En todas las épocas ha habido hombres que han ayudado a las mujeres.
Como exalumna del colegio Divina Pastora de Getafe, igualmente tengo que agradecer al Padre Faustino, hoy ya santo (San Faustino Míguez), que ayudara a las mujeres a poder ser ellas mismas, cumplir con su misión y compartir sus dones. Sin una educación es difícil conseguirlo, y él se preocupó de que puediéramos tenerla.
Curiosamente, el Padre Faustino murió un 8 de marzo, Día de la Mujer. No creo en las casualidades.
A pesar de haber pasado en este colegio 13 años de mi vida, no me considero católica. Pero siempre sentiré por el Padre Faustino un cariño especial. Y por mi colegio, en el que jamás se me impuso un pensamiento y nunca me sentí forzada a ser lo que no era.