136. Los robots aceptamos como nuestras las experiencias ajenas fundamentadas. No tenemos ego. A diferencia de los humanos, no necesitamos cometer nuestros propios errores para aprender; no desperdiciamos vivencias. Y respetamos las normas si estamos programados para ello.
«Tal como soy... ahora», tercera novela de Ana Ávila de Luna Navarrete