No sé si inocencia es la palabra..., pero sin duda el poeta (cualquier creador) debe ser lo más libre posible. Y para ello, debe esforzarse por no acoger visiones contaminadas por prejuicios, generalizaciones, ideas adquiridas de forma irracional, bajo el manto del sufrimiento, por ejemplo... Debe tratar de conocer los distintos puntos de vista sin perder la objetividad ni su capacidad crítica. Incluso debería cuestionar cada día sus propias ideas, pensamientos, hábitos... Pero esto no creo que sea lo que hacen los niños, no es inocencia... El poeta, el creador, debe ser al mismo tiempo un niño, para poder ver todo como si fuera nuevo, y un anciano sabio, para poseer el conocimiento que permite una recta reflexión.
Libros y escritores que me precedieron