En «El libro de los amores ridículos» de Milan Kundera se dice...
Yo digo... No se suele vivir el presente de forma consciente. Y el presente es la única realidad. Pero si miramos al pasado, tampoco apreciaremos ese presente que fue un día. Es como tratar de saborear el pastel que nunca comimos mirando la foto que hicimos de él. Perdimos la ocasión de disfrutar de su sabor, no hay ningún sentido que descubrir en él. Debemos ser conscientes de cada instante presente para poder vivirlos. Si somos conscientes, nada cubrirá nuestros ojos; porque el sentido de cada presente está en la propia consciencia.
Thay nos ayuda: