MIS NOVELAS

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Mis novelas

Mito de la Caverna de Platón

Y veo abrir las flores amarillas

 


Y veo abrir las flores amarillas


Mientras una y otra vez «Sonet»

me enreda el corazón con el recuerdo,

busco, y sin encontrar, leo y releo

versos antiguos, antiguos sentimientos.


Porque Amor siempre es el mismo, creo,

sueño viejas palabras que me sirvan.

Pero no sirven, ninguna sirve,

quiero un poema entero y nuevo

para ti, Carlos.

Quiero arrancar sonidos de los versos

que un día me sirvieron

y parirlo el más grande y más hermoso

─¡qué vano esfuerzo!─,

y verdadero,

y tuyo solo.

Mientras una y otra vez «Sonet»

me enreda el corazón con el recuerdo

y veo abrir las flores amarillas.


He perdido la costumbre,

apenas escribo ya poemas...,

y no vienen a mí, gozosas,

no susurran a mi oído

las musas, recelosas,

que me miran de lejos

sin conocerme.

Pero me empeño y busco, solo pensándote,

y entonces nace en mí tu imagen

de hace años, meses, días, unas horas...

Y sonrío,

te echo de menos,

y veo abrir las flores amarillas

mientras una y otra vez «Sonet»

me enreda el corazón con el recuerdo.


Como de un lejano astro de luz,

tras cientos de avatares me ha llegado,

viaje de casi nueve años,

tu sonrisa primera.

Y no parece más cercano octubre...

Ellas también sonríen y se acercan

de puntillas.

Y siento posarse en mí una mano,

ya no es noche, no es febrero,

fue una tarde, era verano.

Tarde en que «Sonet» nacía

quizás junto al Mediterráneo.

Fue entonces, ¡qué extraño!,

se marchó mi voluntad.

Y ahora solo puedo

imaginarte, sonreír

ver abrir las flores amarillas.


Te echo de menos

y veo abrir las flores amarillas

mientras una y otra vez «Sonet»

me enreda el corazón con el recuerdo.

Siglos atrás, milenios,

segundo tras segundo de la historia

porque tenemos la edad del Universo.


Y veo abrir las flores amarillas...