Un fragmento de «Lily», novela incluida en la bilogía «Recuerdos del desierto»:
«Lily, hace unas horas, antes de introducirse en el sueño que la invade, ha vuelto a observar, silenciosa, emocionada, sin tocar nada, casi sin entrar, cada estancia del palacete. Buscaba unas hamacas más ligeras y las sombrillas de las que, he recordado, me había hablado Arturo, el embajador Balmaseda. Al levantarnos y ver brillar un sol amarillo sobre el pálido azul sin nubes... Yo la he llamado desde abajo, "Lily", desde el patio de azulejos, la fuente y las flores, y ella no me ha contestado. Al subir la he encontrado seducida por rincones inspirados en la Alhambra, Marrakech, Siria...; en "Las mil y una noches", que yo le contaba de niña para que nunca se diera por vencida. (...)»