Los demócratas sabemos que la democracia es un orden político. Yo no necesito que vengan los extremistas a decírmelo. Es que la democracia es también una forma de organizarse, de ordenar la convivencia...
La diferencia entre la democracia y otros modos de ordenar la convivencia es la tolerancia. Tanta tolerancia que hasta los enemigos de la democracia caben en la democracia. Ya sabemos que la democracia es el único sistema político que puede suicidarse...
Precisar los límites de esa tolerancia es complicado, pero no tanto... Si estableces normas contra la xenofobia, el racismo, la homofobia, la discriminación por cualquier motivo basado en la diferencia entre las personas... Si estableces normas para establecer el respeto por la libertad y los derechos de los demás...,, esos límites de tolerancia se establecen fácilmente.
Y tampoco es tan tan tan difícil (un poco difícil sí) establecer un equilibrio entre el estado liberal y el estado social (para que haya libertad económica, pero frenada por unos derechos sociales). Creo que las democracias están siempre tratando de equilibrar ambas posturas económicas. Para mí la democracia es el camino medio entre ambas. Por mucho que el capitalismo cree desigualdades, no deja de ser una expresión de libertad. Una libertad que igualmente debe ser compatible con una libertad conjunta, pública, social...
En este camino medio que es la democracia (o debe ser), se tiene que reconocer que para que a todos se nos trate igual, hay que ser consciente primero de que todos somos diferentes. Y que esas diferencias nos hacen mejores como sociedad, y por tanto deben ser respetadas.
A mí lo único que me demuestra la extrema derecha en España es que apoya el patriarcado, el especismo, la homofobia, el nacionalismo unitario, la islamofobia, la xenofobia, el machismo, el autoritarismo... Es decir, se agarra a esos instintos primitivos (nacidos del miedo) que te llevan a ver enemigos por todas partes. Que te llevan a querer establecer un poder unitario, represor, patriarcal... por miedo a perder el control. No creen en las personas ni en la educación. Creen en el gobierno firme. Son como el padre que tiene a su familia bajo un mando férreo y que no permite ni a su mujer ni a sus hijos el desarrollo personal, la diferencia... Manda él y todo se hace como él dice. Y punto. No confía en ellos. No confía en la capacidad de los miembros de su familia para ejercer su libertad sin destruir el orden. Es decir, es la intolerancia y el miedo los que guían a la extrema derecha.
Y si hablamos de la extrema izquierda... Pues veo igualmente un gran desprecio por la libertad y la tolerancia, aunque en un principio parezcan más tolerantes que la extrema derecha. Se nota más una intolerancia económica... Pero demuestran también que no les gusta que nadie destaque sobre los demás... Tengo que reflexionar más sobre esto último... Continuará...
Ana Ávila de Luna