Para emprender algo en la vida familiar es preciso que exista entre los cónyuges un completo acuerdo; una unión basada en el amor o una separación total. Cuando las relaciones entre los cónyuges son indefinidas y no existe ninguna de estas dos cosas, nada puede llevarse a cabo.
Muchos matrimonios pasan años enteros en un punto muerto, incómodo para ambos, sólo por no existir ninguna de las situaciones anteriores.
Así, tanto a Vronsky como a Ana les resultaba insoportable la vida de Moscú en aquella época de calor y polvo, cuando el sol no brillaba ya como en primavera y todos los árboles de los bulevares estaban cubiertos de hojas polvorientas.
«Ana Karenina», Lev Nikoláievich Tolstói