Puede parecer que tengo a los poetas olvidados..., a pesar de que lo primero que escribí fue poesía. Luego se me quedaron pequeños los poemas para contar historias. Hubiera necesitado poemas épicos, porque yo quería mostrar toda la vida en una pincelada..., pero también unir muchas pinceladas para contar todas las vidas que se entrecruzan :-) Un cuadro del Bosco contado... Así que probé con el teatro... Pero vi que tampoco era la vía apropiada... Ojalá algún día pudiera. Amo el teatro. Al final, por no querer perder la poesía, y no olvidarme del teatro, salió poesía novelada... Novela poética... Novela épica poética... :-) Los poemas de Miguel Hernández estuvieron en mi niñez gracias a mi tío Santos Arévalo Ávila, que me regaló sus poemas más conocidos. En el cole, fueron las rimas de Bécquer las que me iniciaron. Aunque es cierto que mis padres, desde muy pequeña, mucho antes de saber leer, ya me habían llenado de cuentos. Recuerdo esos cuentos finitos con pocas páginas que no eran cuadrados, sino que (en los lados superior y derecho) tenían la forma del dibujo de la portada. Creé mi propia biblioteca de cuentos, todos numerados. :-) Los echo de menos. Ojalá aparecieran en alguna caja, por algún rincón... Seguramente, al leerlos, volvería a sentirme como entonces... En la foto, ya sabéis, el poeta Miguel Hernández. Este poema suyo me gustaba mucho de pequeña. Es un poco triste, pero yo no lo veía tan triste entonces...: Me sobra el corazón Hoy estoy sin saber yo no sé cómo, hoy estoy para penas solamente, hoy no tengo amistad, hoy solo tengo ansias de arrancarme de cuajo el corazón y ponerlo debajo de un zapato. Hoy reverdece aquella espina seca, hoy es día de llantos de mi reino, hoy descarga en mi pecho el desaliento plomo desalentado. No puedo con mi estrella. Y me busco la muerte por las manos mirando con cariño las navajas, y recuerdo aquel hacha compañera, y pienso en los más altos campanarios para un salto mortal serenamente. Si no fuera ¿por qué?… no sé por qué, mi corazón escribiría una postrera carta, una carta que llevo allí metida, haría un tintero de mi corazón, una fuente de sílabas, de adioses y regalos, y ahí te quedas, al mundo le diría. Yo nací en mala luna. Tengo la pena de una sola pena que vale más que toda la alegría. Un amor me ha dejado con los brazos caídos y no puedo tenderlos hacia más. ¿No veis mi boca qué desengañada, qué inconformes mis ojos? Cuanto más me contemplo más me aflijo: cortar este dolor ¿con qué tijeras? Ayer, mañana, hoy padeciendo por todo mi corazón, pecera melancólica, penal de ruiseñores moribundos. Me sobra corazón. Hoy, descorazonarme, yo el más corazonado de los hombres, y por el más, también el más amargo. No sé por qué, no sé por qué ni cómo me perdono la vida cada día. https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10211662191190886&set=gm.1248669645299989&type=3&theater https://www.lavanguardia.com/cultura/20171201/433338080545/un-poema-inedito-de-miguel-hernandez.html?fbclid=IwAR0XFXRLAJwHxLTD01PWlIsY-qf_uBSwbsCfeJIzRLcz2NYB_FeatacRVoM http://blog.cervantesvirtual.com/la-obra-completa-de-miguel-hernandez-vera-la-luz-en-octubre/?fbclid=IwAR3vaO4zNvthzXkl0nmLHalPuiq-6DqkCPShg0-3gMfD8pEK0F4vTVAWEL0 https://www.elmundo.es/papel/cultura/2019/03/14/5c89436621efa07f118b462b.html
https://www.rtve.es/play/videos/somos-documentales/miguel-hernandez/924754/