El vendedor de naranjas
Muchachuelo de brazos cetrinos
Que vas con tu cesta,
Rebosando naranjas pulidas
De un caliente color ambarino;
Muchachuelo que fuiste a las chacras
Y a los árboles amplios trepaste,
Como yo me trepaba cuando era
Una libre chicuela salvaje;
Ven acá muchachuelo; yo ansío
Que me vuelques tu cesta en la falda.
Pide el precio mas alto que quieras.
¡Ah, qué bueno el olor a naranjas!
A mi pueblo distante y tranquilo
Naranjales tan prietos rodean,
Que en agosto semeja de oro
Y en diciembre de azahares blanquea.
Me crié respirando ese aroma
Y aún parece que corre en mi sangre.
Naranjitas pequeñas y verdes
Siendo niña enhebraba en collares.
Después, lejos llevome la vida.
Me he tornado tristona y pausada.
¡Qué nostalgia tan honda me oprime
Cuando siento el olor a naranjas!
Si a otro pago muy lejos del tuyo,
Indiecito, algún día te llevan,
Y no eres feliz, y suspiras
Por volver a tu vieja querencia,
Y una tarde en un soplo de viento
El sabor a tus montes te asalta,
¡Ya sabrás, indiecito asombrado,
Lo que es la palabra «nostalgia»!
Juana de Ibarbourou
Juana de Ibarbourou (Fernández Morales), conocida asimismo como Juana de América (Melo, 1892 - Montevideo, 1979), fue una poeta uruguaya.