25 Nec vero dubitat agricola, quamvis sit senex, quarenti cui serat respondere: «Dis immortalibus, qui me non accipere modo haec a maioribus voluerunt, sed etiam posteri prodere».
25. Pero el agricultor no duda, a pesar de su vejez, en responder al que le pregunta para quién siembra: «Para los dioses inmortales, quienes no solo quisieron que recibiera esto de mis mayores, sino también que aprovechase a la posteridad».
«De la vejez», Marco Tulio Cicerón