Cuando me hice vegana, hace siete años, me sentí como seguramente se sentían aquellos que abrazaban la misión y las normas templarias. A los templarios, por ejemplo, no les estaba permitido comer carne más de dos veces a la semana...*
Cuando eres vegano, renuncias a algunos placeres... Como es, en mi caso, el comer queso. Tengo que reconocer que soy adicta al queso a pesar de no haberlo comido en todo este tiempo... O no poder entrar en cualquier pastelería y comerte un rico dulce. Aunque los dulces me los puedo hacer en casa igual de ricos o comprarlos aptos para veganos... Pero lo del queso es más difícil, aunque haya imitaciones... :-)*
A pesar de todo (de tener que renunciar a algunos de tus hábitos), lo haces con gran placer. Ser leal a tus principios genera gran satisfacción. Tratar de que tus actos no causen daño a ningún ser o contribuyan lo menos posible a la destrucción del planeta Tierra... Es una causa superior. <3
Creo que los veganos somos los templarios del siglo XXI. Ana Ávila de Luna